Puente de los Suspiros

Exhalación e inhalación, lenta y profunda que manifiesta ansiedad o malestar. Esta es la definición de uno de los lugares simbólicos de Venecia. Una vez más es la emoción la que describe un lugar donde cada año, millones y millones de personas acuden a ver, un puente, que muestra su belleza, por la historia que lo rodea, incluso antes que la belleza de su estética arquitectónica. Estamos en el Ponte della Paglia, y estamos mirando el Rio di Palazzo, un estrecho canal que divide el Palazzo Ducale del Palazzo delle Prigioni, y justo allí, suspendido entre los dos palacios, se encuentra el Puente de los Suspiros. Un puente colgante arqueado completamente cerrado. Construido con magnífico mármol de Istria, que un extraordinario estilo barroco hace deslumbrar, con decoraciones, detalles y detalles como las cabezas de las máscaras colocadas en el arco inferior. En el interior hay dos pasillos estrechos divididos por una pared sólida y pequeñas ventanas perforadas. Desde el Ponte della Paglia, o desde una góndola flotando en el Rio di Palazzo, todavía vemos pasar prisioneros eternos que, con la muerte en el corazón, después de haber recibido la sentencia de los inquisidores estatales, cruzan el puente antes de llegar a las prisiones venecianas. Y se detienen allí, frente a esas pequeñas ventanas, y se llenan los ojos y el alma, por última vez en su vida, con la visión de la laguna, la isla de San Giorgio, la amada Venecia y emiten ese suspiro conmovedor que nos Todavía parece escuchar hoy.